Una medusa de humo y luz deambulaba en el techo de mi habitación. Tan lentos y
orgánicos eran sus movimientos como mi condición humana era capaz de percibir.
En ese momento supe que jamás me abandonaría, y que era una clara alternativa al ya tan venerado rey sol.
A todo el mundo le invadió el ansia de saber, como si el sistema medusular se tratara de un prospecto o algo así.
Elegancia, transparencia y ofensividad (que en realidad es la más pura de las
autodefensas) fueron algunas de las etiquetas, que entre varios compañeros de la
fundación pudimos torpemente dar.
Meses más tarde, en un encuentro de compositores eurolatinoamericanos y muy listos recibí muestras de gran admiración. La invasión de preguntas fue tal, que decidí dedicar el resto de mi vida artística a descodificar el sistema.
Haría sinfonías, obras electrónicas, canciones, tratados, poemas, relatos medusulares….. e incluso llegué a pensar seriamente en estudiar biología marina.
Después de esto comencé a notar que algo en mi vida estaba provocando el colapso.
Dudaba demasiado de mí mismo y sospechaba que la idea se iba desvirtuando
progresivamente, olvidando la verdadera esencia.
Lo cierto es que todo ha seguido resonando por recónditos lugares de mi ser, y de una manera u otra se ha ido manifestando desde entonces en otros aspectos de mi obra.
Lo grandioso del sistema medusular es que ha estado y estará ahí siempre, aunque no creamos en él.
Es un poco como el ángel de la guarda del cristianismo, o los djiins árabes.
Las criaturicas podemos ser canales y puertos, cascadas y no estanques, magos y no murallas.
La esencia del sistema medusular se parece más a estas grabaciones que a cualquier desafortunada explicación que haya podido escribir.
¡¡¡Bienvenidos!!!
Una medusa de humo y luz deambulaba en el techo de mi habitación. Tan lentos y
orgánicos eran sus movimientos como mi condición humana era capaz de percibir.
En ese momento supe que jamás me abandonaría, y que era una clara alternativa al ya tan venerado rey sol.
A todo el mundo le invadió el ansia de saber, como si el sistema medusular se tratara de un prospecto o algo así.
Elegancia, transparencia y ofensividad (que en realidad es la más pura de las
autodefensas) fueron algunas de las etiquetas, que entre varios compañeros de la
fundación pudimos torpemente dar.
Meses más tarde, en un encuentro de compositores eurolatinoamericanos y muy listos recibí muestras de gran admiración. La invasión de preguntas fue tal, que decidí dedicar el resto de mi vida artística a descodificar el sistema.
Haría sinfonías, obras electrónicas, canciones, tratados, poemas, relatos medusulares….. e incluso llegué a pensar seriamente en estudiar biología marina.
Después de esto comencé a notar que algo en mi vida estaba provocando el colapso.
Dudaba demasiado de mí mismo y sospechaba que la idea se iba desvirtuando
progresivamente, olvidando la verdadera esencia.
Lo cierto es que todo ha seguido resonando por recónditos lugares de mi ser, y de una manera u otra se ha ido manifestando desde entonces en otros aspectos de mi obra.
Lo grandioso del sistema medusular es que ha estado y estará ahí siempre, aunque no creamos en él.
Es un poco como el ángel de la guarda del cristianismo, o los djiins árabes.
Las criaturicas podemos ser canales y puertos, cascadas y no estanques, magos y no murallas.
La esencia del sistema medusular se parece más a estas grabaciones que a cualquier desafortunada explicación que haya podido escribir.
¡¡¡Bienvenidos!!!
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orgánicos eran sus movimientos como mi condición humana era capaz de percibir.
En ese momento supe que jamás me abandonaría, y que era una clara alternativa al ya tan venerado rey sol.
A todo el mundo le invadió el ansia de saber, como si el sistema medusular se tratara de un prospecto o algo así.
Elegancia, transparencia y ofensividad (que en realidad es la más pura de las
autodefensas) fueron algunas de las etiquetas, que entre varios compañeros de la
fundación pudimos torpemente dar.
Meses más tarde, en un encuentro de compositores eurolatinoamericanos y muy listos recibí muestras de gran admiración. La invasión de preguntas fue tal, que decidí dedicar el resto de mi vida artística a descodificar el sistema.
Haría sinfonías, obras electrónicas, canciones, tratados, poemas, relatos medusulares….. e incluso llegué a pensar seriamente en estudiar biología marina.
Después de esto comencé a notar que algo en mi vida estaba provocando el colapso.
Dudaba demasiado de mí mismo y sospechaba que la idea se iba desvirtuando
progresivamente, olvidando la verdadera esencia.
Lo cierto es que todo ha seguido resonando por recónditos lugares de mi ser, y de una manera u otra se ha ido manifestando desde entonces en otros aspectos de mi obra.
Lo grandioso del sistema medusular es que ha estado y estará ahí siempre, aunque no creamos en él.
Es un poco como el ángel de la guarda del cristianismo, o los djiins árabes.
Las criaturicas podemos ser canales y puertos, cascadas y no estanques, magos y no murallas.
La esencia del sistema medusular se parece más a estas grabaciones que a cualquier desafortunada explicación que haya podido escribir.
¡¡¡Bienvenidos!!!
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orgánicos eran sus movimientos como mi condición humana era capaz de percibir.
En ese momento supe que jamás me abandonaría, y que era una clara alternativa al ya tan venerado rey sol.
A todo el mundo le invadió el ansia de saber, como si el sistema medusular se tratara de un prospecto o algo así.
Elegancia, transparencia y ofensividad (que en realidad es la más pura de las
autodefensas) fueron algunas de las etiquetas, que entre varios compañeros de la
fundación pudimos torpemente dar.
Meses más tarde, en un encuentro de compositores eurolatinoamericanos y muy listos recibí muestras de gran admiración. La invasión de preguntas fue tal, que decidí dedicar el resto de mi vida artística a descodificar el sistema.
Haría sinfonías, obras electrónicas, canciones, tratados, poemas, relatos medusulares….. e incluso llegué a pensar seriamente en estudiar biología marina.
Después de esto comencé a notar que algo en mi vida estaba provocando el colapso.
Dudaba demasiado de mí mismo y sospechaba que la idea se iba desvirtuando
progresivamente, olvidando la verdadera esencia.
Lo cierto es que todo ha seguido resonando por recónditos lugares de mi ser, y de una manera u otra se ha ido manifestando desde entonces en otros aspectos de mi obra.
Lo grandioso del sistema medusular es que ha estado y estará ahí siempre, aunque no creamos en él.
Es un poco como el ángel de la guarda del cristianismo, o los djiins árabes.
Las criaturicas podemos ser canales y puertos, cascadas y no estanques, magos y no murallas.
La esencia del sistema medusular se parece más a estas grabaciones que a cualquier desafortunada explicación que haya podido escribir.
¡¡¡Bienvenidos!!!
Una medusa de humo y luz deambulaba en el techo de mi habitación. Tan lentos y
orgánicos eran sus movimientos como mi condición humana era capaz de percibir.
En ese momento supe que jamás me abandonaría, y que era una clara alternativa al ya tan venerado rey sol.
A todo el mundo le invadió el ansia de saber, como si el sistema medusular se tratara de un prospecto o algo así.
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fundación pudimos torpemente dar.
Meses más tarde, en un encuentro de compositores eurolatinoamericanos y muy listos recibí muestras de gran admiración. La invasión de preguntas fue tal, que decidí dedicar el resto de mi vida artística a descodificar el sistema.
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Después de esto comencé a notar que algo en mi vida estaba provocando el colapso.
Dudaba demasiado de mí mismo y sospechaba que la idea se iba desvirtuando
progresivamente, olvidando la verdadera esencia.
Lo cierto es que todo ha seguido resonando por recónditos lugares de mi ser, y de una manera u otra se ha ido manifestando desde entonces en otros aspectos de mi obra.
Lo grandioso del sistema medusular es que ha estado y estará ahí siempre, aunque no creamos en él.
Es un poco como el ángel de la guarda del cristianismo, o los djiins árabes.
Las criaturicas podemos ser canales y puertos, cascadas y no estanques, magos y no murallas.
La esencia del sistema medusular se parece más a estas grabaciones que a cualquier desafortunada explicación que haya podido escribir.
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